KONYA

Konya o Iconio (en español) es una ciudad turca de Anatolia y capital de la provincia de Konya. Cuenta con cerca de un millón de habitantes.

Históricamente, ha tenido los nombres de Koniah, Konieh, Konia, Qunia e Iconium (en griego Ikóviov = icono). Iconium fue visitada por Pablo de Tarso, según el libro de los Hechos del Nuevo Testamento. Según la tradición católica, también es el lugar de nacimiento de Santa Tecla.

De 1097 a 1243, Konya fue la capital del sultanato selyúcida de Rüm, a donde llegaron presionados por los cruzados. Durante este periodo, la ciudad fue ocupada temporalmente por los cruzados Godofredo de Bouillón (agosto de 1097) y Federico Barbarroja (mayo de 1190).

Konya alcanzó su máximo nivel de desarrollo e influencia entre 1205 y 1239, cuando los sultanes controlaban todo Anatolia, Armenia, Crimea y parte del Medio Oriente. En 1219, la ciudad recibió a los refugiados que huían de Persia ante el avance del imperio Mongol, quienes habían derrotado al Sah Mohamed II. Los mongoles capturaron Konya en 1243, y designaron a Möngke como el jefe del gobierno títere basado en la ciudad.

Tras la caída del sultanato de Rüm, Konya fue transformado en emirato en 1307, hasta que fue capturada por los Karamanides en 1322. Karamanid cayó en 1420 a manos del Imperio otomano, y en 1453, Konya fue designada la capital de la provincia otomana de Karamanid.
Tanto Saladino como el sultán otomano Selim II construyeron mezquitas en Konya. En esta ciudad falleció y fue sepultado Yalal ad-Din Muhammad Rumi en 1273, poeta místico y fundador de los derviches giróvagos de la orden sufí Mevleví.
Tiene la reputación de ser uno de los centros urbanos de más conservadores en materia religiosa de Turquía, donde llegó a ser conocida como «La Ciudadela del Islam».

 Konya es el centro de los derviches, giradores. Se trata de un movimiento espiritual y místico. Se puede visitar su Monasterio llamado así, Monasterio de los Derviches Danzantes. Esa corriente espiritual fue fundada por Mevlana y está muy extendida por Turquía y Asia Menor.

Contrario a todos los cuerpos principales de religión islámica, el Mevlana alababa las virtudes de la música y la danza, y la ceremonia giratoria, mas adecuadamente la “sema”, por la que son conocidos los derviches mevlevis, es un medio de libertad del cautiverio terrenal y abandono al amor de Dios. Su último propósito es efectuar una unión con éste.

Las ropas que visten los mevlevis durante la observancia poseen un significado simbólico. El sombrero de camello representa una lapida, la capa negra es la propia tumba y la túnica blanca, el sudario fúnebre. Durante la ceremonia la capa se desecha, para indicar que los derviches han esca-pado de sus tumbas y de todos los lazos terrenales. La música reproduce la de las esferas y los derviches representan los cuerpos celestiales. Cada momento y sonido durante la ceremonia posee un significado adicional y esta estrictamente regulado por directrices detalladas y especificas. Como ejemplo, el brazo derecho de los danzantes esta extendido palma arriba hacia el cielo, el izquierdo hacia el suelo simbolizando que la gracia es recibida de Dios y distribuida a la humanidad, sin que nada sea retenido por los derviches.

Los tres niveles de la danza son: conocimiento de Dios, conciencia de la presencia de Dios y la unión con Dios. Cuando los danzantes giran repiten un zikir o “canto de conmemoración”, mientras los músicos cantan un himno expresando el deseo de la unión mística. En la parte final de la ceremonia, el seyh o líder actual de la orden, la encarnación del Mevlana, se une a los danzantes y gira con ellos.

La ceremonia dura entre 45 y 55 minutos. Cuando se acaba se ofrece a los visitantes el típico te turco y se comparte la pipa de agua (Shisha) disfrutando del ambiente de la posada medieval donde está enclavado el monasterio. Los mismos Derviches informan sobre la filosofía que tienen, con ayuda de los guías.

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