PAMUKKALE


Es un paraje natural único en el mundo cubierto de cascadas petrificadas. Pamukkale significa "Castillo de algodón". Se trata de un espectacular fenómeno natural. Su visita es inolvidable. Las cubetas en forma de piscina con el murmullo del agua que va cayendo, las tonalidades e irisaciones que van tomando siguiendo el juego de colores del sol es un espectáculo de sensaciones.

El agua que fluye a través de las cascadas es agua termal con propiedades curativas, reumatismo, enfermedades de la piel, cardiovasculares, etc.

Se puede acceder a las pequeñas cubetas o piscinas y bañarse.
Hasta hace muy poco había unos hoteles en lo alto del complejo, construcciones que fueron derribadas para proteger el paraje natural. Actualmente en el lugar donde estaban los hoteles se hallan unos cuidados jardines.
Dentro del complejo encontramos la necrópolis de Hierápolis. Se trata de la mejor conservada de Asia Menor.

Hierápolis era conocida como la Ciudad Santa debido al gran número de templos y santuarios de la época cristiana temprana establecidos en su territorio. Como se localiza en un punto en el que convergen varias regiones, se convirtió en un centro de intercambio, además de balneario. En sus inicios fue una ciudad helenística que fue reconstruida tras un temblor en el año 17 después de Cristo y que gradualmente se romanizó perdiendo sus características originales.

La ciudad fue una importante ciudad bizantina especialmente después de la muerte y martirio de San Felipe el Apóstol y sus siete hijos en el año 80 después de Cristo. Cuando se erigió una iglesia octogonal en su honor, se elevó la ciudad a una categoría eclesiástica. Hierápolis disfrutó del favor de tres visitas personales de emperadores, lo que incrementó su adoración. La presencia de una floreciente comunidad judía ayudó al arraigo de la cristiandad en una época temprana.
Sin embargo, el paganismo se extendió hasta el siglo VI. En el período bizantino tardío, Hierápolis  se perdió en la oscuridad. Existe un boulevard principal de un kilómetro de largo que atraviesa la ciudad de norte a sur y que fue una calle con columnas. 

Este pasaje, paralelo a la meseta de algodón, dividía a la ciudad helenística original. En el lado norte de la calle hay cientos de tumbas de varias formas y tamaños que constituyen la necrópolis más grande de Asia Menor y que datan del período helenístico al bizantino.

Esta calle principal estaba flanqueada por edificios públicos y pórticos monumentales y tenía una puerta de honor en cada extremo.
Una gran parte de la calle sobresalía de los muros de la ciudad bizantina, construido en el siglo VI cuando todas las ciudades romanas se amurallaron con una pared protectora y torres. Esta muralla se levantó con 24 torres cuadradas, dos puertas principales y dos postigos marcando la entrada a la ciudad.

La puerta norte, con tres arcos triunfales y una torre circular, se conserva en buen estado y fue dedicada a Domiciano en el año 82 después de Cristo. La puerta bizantina, más al norte, data del siglo II después de Cristo y se ubica en la intersección de la calle principal y la muralla de la ciudad. Una de las contribuciones más importantes de la arquitectura romana al diseño urbano fue la calle con columnas, reveladora del gusto romano por los grandes bulevares.
El principio detrás de este diseño era simple: un estrecho boulevard corría entre dos aceras elevadas cubiertas por una arcada continua. Algunos comercios se establecieron en los arcos, por lo que la calle se convirtió en un mercado. Para darle un acento urbanístico, las calles con columnas eran interrumpidas por arcos para acentuar los cambios de dirección o enfatizar las intersecciones importantes.

Cerca de las puertas de la ciudad las avenidas se ensanchaban dando lugar a grandes plazas. A lo largo, las calles estaban ambientadas por foros, fuentes, templos, santuarios y estatuas de ciudadanos prominentes. Comúnmente había una serie de patios con pórticos a través de los que se podía pasar de una edificación a otra. Sin romper el panorama urbano constante.
En Hierápolis, el teatro se construyó contra la ladera de una gran montaña durante el año 62 después de Cristo. Es uno de los teatros mejor conservados en toda la Turquía romana con una fachada de más de noventa metros de largo que aún permanece en pie.

Estaba dividido en tres secciones: el estadio, la orquesta y el escenario. En el siglo IV, la orquesta, que generalmente se usaba para representaciones teatrales y los coros, se acondicionó para la ejecución de espectáculos acuáticos llamados columbretes y que se pusieron de moda.  
El buen estado de la Casa de Baño muestra la importancia de esta institución en todas las ciudades romanas, pero particularmente en Hierápolis debido a su ubicación junto a los manantiales termales. También había un gran salón imperial que probablemente fuera el escenario de competencias atléticas.

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